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Las tres erres, también en las vacaciones de verano

No hay vacaciones para la gestión de los residuos urbanos. En verano, al igual que en cualquier otra época del año, seguimos produciendo basura que necesariamente hay que tratar conforme a la legislación vigente, estemos donde estemos.

REDUCIR, EL PRIMER PASO

Disminuir la producción sigue siendo el primer eslabón de nuestra cooperación en el sistema. En Galicia, a pesar de que el plan autonómico de gestión de residuos urbanos 2010-2020 contempla una reducción del 10 por ciento, lo cierto es que, debido fundamentalmente al menor consumo, este porcentaje se ha superado con creces, situándose ya en el 14 por ciento. No obstante, el haber logrado estas tasas no debe hacernos caer en la autocomplacencia y el objetivo es seguir trabajando para estabilizar la producción de desechos y deslingarla del crecimiento económico.

La máxima “El mejor residuo es el que no se produce” debe guiar en todo momento nuestros comportamientos, apostando por un consumo responsable que prime las compras a granel así como aquéllas en las que se utilicen menos envases y envoltorios, haciendo uso de otros dispositivos tales como las bolsas reutilizables y el tradicional carro de la compra

LA REUTILIZACIÓN Y EL RECICLAJE, ASIGNATURAS A RECUPERAR

La reutilización y el reciclaje constituyen asignaturas pendientes también en la época estival, donde la generación de envases en los hogares se dispara debido al cambio de hábitos: más comidas rápidas, menos menús elaborados y, por tanto, menos restos orgánicos.

Si bien los porcentajes de reciclado se encuentran en Galicia en estos momentos en el 12 por ciento, el objetivo es llegar al 30 por ciento en el horizonte del 2020. Y para ello, campañas educativas como “Separemos ben, reciclaremos mellor”, promovida por la Consellería de Medio Ambiente y Sogama, contando con el apoyo de Ecoembes, Ecovidrio y los sistemas integrados de gestión de pilas (Ecopilas, Ecolec y ERP), redoblarán esfuerzos en agosto y septiembre, coincidiendo con fiestas, ferias y mercados de nombre en determinados ayuntamientos. Un aula móvil atendida por educadores medioambientales circulará por los eventos veraniegos de mayor interés en Galicia, informando y formando a la ciudadanía en las buenas prácticas ambientales vinculadas a la mejor gestión de los residuos.

Y es que las distintas iniciativas impulsadas por esta empresa pública no dejarán de insistir en la importancia de las tres erres para avanzar hacia una gestión más racional y sostenible de nuestra basura.

La reutilización tampoco es cuestión baladí, ya que dando una segunda oportunidad a los productos, evitaremos convertirlos en desperdicios y, en consecuencia, se disminuirá el coste asociado a su gestión y el impacto ambiental que, en mayor o menor medida, traen consigo.

SEPARAR, LA CLAVE

Por su parte, la separación de desechos constituye un gesto que en ningún caso debe relajarse, con independencia del lugar en el que nos encontremos. Así, debemos recordar que el contenedor amarillo hace acopio de los envases de plástico (botellas de agua, refrescos, leche, envases de productos de limpieza, geles de baño, colonia y champú, envases de mantequilla y yogur, bandejas de porexpán, envoltorios de plástico –magdalenas, galletas, etc-, bolsas de patatas fritas, aperitivos, golosinas, y bolsas plásticas comerciales), envases metálicos (latas de conservas, botes de bebidas, bandejas de aluminio, aerosoles, tapones metálicos, etc) y envases tipo brik (de zumos, leche, vino, batidos, caldos, etc).

Respecto a este recipiente, es importante tener en cuenta que deben vaciarse y plegarse los envases antes de depositarlos en el mismo, y evitar introducir unos dentro de otros, ya que ello dificulta la labor de las plantas de clasificación. Y muy importante: si la bolsa pesa más de lo normal, conviene revisar su contenido para comprobar si hemos incluido en la misma materiales destinados a otros contenedores. Es el caso del papel/cartón, vidrio, ropa, restos orgánicos y objetos que no entran en la categoría de envases ligeros.

En cuanto al contenedor azul, en éste deben depositarse únicamente envases de cartón (cajas de galletas, de cereales, de zapatos, etc), así como papel usado, publicidad, cajas de cartón de huevos, bolsas de papel, etc. Es conveniente plegar bien los envases de cartón, ya que ocuparán menos espacio y será más fácil introducirlos en el recipiente.

El iglú verde sólo acoge envases de vidrio, sin tapas ni tapones. Es el caso de las botellas de vidrio, ya sean de vino, cava, licores, …, frascos de cosmética y colonia, tarros de mermelada, conservas vegetales, etc.

Y en el contenedor verde convencional, la fracción resto (restos de comida, pañales, servilletas de papel usadas, ropa deteriorada y fuera de uso, etc), de la que Sogama obtiene un bien prioritario, la electricidad,

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